Educar a un hijo es difícil y, a veces agotador. Sobre todo en la primera infancia👶🏻

Cuando me preguntáis qué hacer. Os digo que la clave es la paciencia, y cuando se acabe la paciencia entonces tenemos tiempo, y cuando se acabe el tiempo, volvemos a la paciencia.

Esto significa que los niños necesitan que les hablemos con tranquilidad, con un mensaje claro. Tenemos que pensar 💭 que ellos están descubriendo el mundo 🌍

➡️Algo tan simple para nosotros como, por ejemplo, abrir o cerrar una cremallera🎒. Hay que explicarles cómo tienen que hacerlo.
➡️No podemos esperar darles un zumo 🧃 y que no lo aprieten con las manos para que no se acabe derramando.
➡️Es verdad que tardaríamos menos si les ponemos la chaqueta 🧥 deprisa y corriendo para salir de casa.

Pero el razonamiento lógico no lo tienen desarrollado en edades tan tempranas, porque están experimentando todo por primera vez. Tampoco tienen la motricidad, ni fina ni gruesa, desarrollada como para hacer todo con soltura y precisión.

Tenemos que dejar que hagan las cosas a su ritmo, convertirnos en observadores, guías de su aprendizaje. Decirles cómo, pero no hacerlo todo por ellos. ¡ÁNIMO SÚPER MAMIS!