¿Cómo sé si mi hijo tiene baja autoestima?
Los niños con baja autoestima pueden exhibir una variedad de características que reflejan su falta de confianza en sí mismos y en sus habilidades.
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Inseguridad: Los niños con baja autoestima pueden dudar de sí mismos y de sus capacidades, sintiéndose incapaces de enfrentar los desafíos.
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Pesimismo: Pueden tener una visión negativa de sí mismos y del mundo que los rodea, esperando lo peor en lugar de lo mejor.
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Evitación de riesgos: Tienden a evitar situaciones nuevas o desafiantes por miedo al fracaso o al rechazo.
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Sensibilidad al rechazo: Los niños con baja autoestima pueden ser especialmente sensibles al rechazo o la crítica.
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Falta de iniciativa: Pueden tener dificultades para iniciar actividades o proyectos por temor a cometer errores o no estar a la altura de las expectativas.
¿Qué puedes hacer si tu hijo tiene baja autoestima?
- Contar con ellos y dedicarles tiempo, un tiempo de calidad
Los niños necesitan, la atención. No la vigilancia, necesitan que te tires al suelo con ellos, que les hagas casquillas, que les cojas en brazos y que hagáis juntos actividades.
- Reprender mediante el afecto
Esto no quiere decir que le digamos; cariño, eso no se hace. Si no que le digamos lo que ha hecho mal y después le digamos una cualidad buena. Por ejemplo, con lo bien que se te da…, si tu te portas muy bien…, etc. En este aspecto, quiero destacar la importancia de poner unos límites y normas claras. Los niños tienen que aprender que hay unas normas, ya sea en casa, en la escuela, en la sociedad. Y deben saber que estas normas son para convivir.
- Darles responsabilidad
Si hacemos todo por ellos, no tendrán seguridad en sí mismos. Necesitan sentirse útiles. Aquí siempre me preguntáis, ¿Qué pueden hacer? Y siempre os digo, está claro que no pueden freír un huevo, pero pueden ayudar a meter la ropa en la lavadora, a poner la mesa, a recoger los juguetes o incluso regar una planta. Para este aspecto, seguir algunos consejos de la pedagogía de Montessori vienen muy bien.
- Tener cuidado cuando hablamos de nuestro hijo
Ni son sordos, ni son tontos. Todo lo que hablamos delante de ellos puede avergonzarles y promovemos la inseguridad. No sabéis la de veces que he escuchado la frase: “Da igual, si no se entera.”
- Efectuar comentarios positivos
Reconocer su esfuerzo, aplaudirles, premiarles. De la misma manera que le destacamos sus errores, también hay que destacarles sus esfuerzos y aciertos