En ocasiones hablamos de pesadillas y terrores nocturnos como si fueran lo mismo, pero no. Son más llamativos y angustiosos para los niños.
¿Qué se debe hacer cuando un niño tiene terrores nocturnos?
Los terrores nocturnos pueden ser una experiencia aterradora tanto para los niños como para los padres. Cuando un niño experimenta un terror nocturno, es importante mantener la calma y proporcionar un entorno seguro y tranquilizador. Evite intentar despertar al niño, ya que esto puede aumentar su confusión y ansiedad. En su lugar, permanece a su lado y tranquilízalo con palabras reconfortantes hasta que pase el episodio. Después, ayuda al niño a volver a la cama ya tranquilizarse para que pueda volver a dormir.
¿Cuándo te preocuparse por los terrores nocturnos?
Los terrores nocturnos son comunes en los niños, especialmente en la etapa preescolar, y generalmente no indican un problema médico subyacente. Sin embargo, si los terrores nocturnos ocurren con frecuencia, interfieren con el sueño del niño o causan lesiones a sí mismo oa otros, es importante buscar ayuda médica. Además, si los terrores nocturnos persisten más allá de la infancia o si están acompañados de otros síntomas preocupantes, como sonambulismo o problemas de comportamiento durante el día, es recomendable consultar a un profesional de la salud.
¿Cuánto tiempo duran los terrores nocturnos en niños?
Los terrores nocturnos suelen durar de 1 a 15 minutos, aunque pueden parecer mucho más largos para los padres que los presencian. Después del episodio, es posible que el niño se calme y vuelva a dormir sin recordar lo que sucedió. Los terrores nocturnos tienden a disminuir con el tiempo y suelen desaparecer por completo en la adolescencia.
¿Cómo identificar los terrores nocturnos?
Los terrores nocturnos pueden ser difíciles de distinguir de las pesadillas, pero hay algunas características clave que los diferencian. Los terrores nocturnos suelen ocurrir durante la primera mitad de la noche, durante la fase de sueño profundo, mientras que las pesadillas ocurren durante la segunda mitad de la noche, durante la fase de sueño REM. Además, durante un terror nocturno, el niño puede parecer despierto pero confundido, sudar, respirar rápidamente y tener una frecuencia cardíaca elevada. En contraste, durante una pesadilla, el niño puede despertarse asustado y recordar claramente el sueño.
¿Cuándo Aparecen los Terrores Nocturnos y Cuándo se Van?
Los terrores nocturnos suelen preocupar bastante a los padres, y no es para menos. Sobre todo, cuando describen cómo sus hijos se despiertan asustados, gritando y sin poder calmarlos. Estos eventos son más comunes en niños de entre 4 y 12 años, aunque algunos bebés también pueden experimentarlos a partir de los 18 meses.
¿Qué Son los Terrores Nocturnos y Cómo se Manifiestan?
Los terrores nocturnos son episodios de despertar abrupto durante la noche, generalmente acompañados de llanto, gritos, agitación y sudoración. A diferencia de las pesadillas, los terrores nocturnos son más angustiosos y pueden hacer que el niño parezca despierto pero no esté realmente consciente de su entorno. Estos eventos suelen seguir una pauta de tiempo y pueden ocurrir varias veces durante la noche.
¿Qué Significan los Terrores Nocturnos?
Aunque los terrores nocturnos pueden ser impactantes para los padres, no suelen indicar ningún problema subyacente. Son una respuesta normal del sistema nervioso y pueden estar relacionados con el estrés, la ansiedad o cambios en la rutina del niño. Es importante comprender que los terrores nocturnos son diferentes de las pesadillas y no suelen dejar recuerdos o traumas en el niño una vez que pasa el episodio.
¿Qué se Puede Hacer para Manejar los Terrores Nocturnos?
Si bien no se puede evitar por completo que ocurran los terrores nocturnos, hay medidas que los padres pueden tomar para ayudar a reducir su frecuencia y gravedad. Establecer una rutina de sueño consistente, crear un ambiente tranquilo y relajado antes de acostarse, y asegurarse de que el niño esté descansado y relajado son algunas estrategias útiles. Además, es importante mantener la calma durante los episodios de terrores nocturnos y no intentar despertar al niño bruscamente, ya que esto puede aumentar su confusión y angustia.
¿Cómo se Pueden Prevenir los Terrores Nocturnos?
Aunque no se puede evitar por completo que ocurran los terrores nocturnos, existen algunas medidas que los padres pueden tomar para reducir su frecuencia y gravedad. Establecer una rutina de sueño consistente, crear un ambiente tranquilo y relajado antes de acostarse, y evitar el consumo de alimentos o bebidas estimulantes antes de dormir son algunas estrategias útiles. Además, es importante asegurarse de que el niño esté descansado y relajado antes de irse a la cama.
¿Cuál es la Mejor Forma de Responder Durante un Episodio de Terror Nocturno?
Cuando ocurra un episodio de terrores nocturnos, es importante mantener la calma y evitar intentar despertar bruscamente al niño. En lugar de eso, los padres pueden intentar tranquilizar al niño suavemente, hablándole en voz baja y acariciándolo suavemente hasta que el episodio pase. Después del evento, es útil reconfortar al niño y ofrecerle apoyo emocional para ayudarlo a volver a dormir tranquilo.
Si los terrores nocturnos han aparecido tras un cambio en la vida de tu peque, ayudarle a lidiar con pautas específicas puede ayudar a que desaparezcan y el sueño vuelva a ser tranquilo.