mi hijo no me hace casoMuchas veces les decimos lo que tienen que hacer y lo que esperamos de nuestro hijo. Pero no es suficiente. Acabamos pensando: mi hijo no me hace caso.

Cuando se trata de guardar los juguetes, por ejemplo, nos encontramos con la negativa… no quiero guardar, quiero seguir jugando, se distrae y hay que repetirlo mil veces.

Al final sientes que acabas recogiendo tú, en lugar de tu peque.

De esta forma, le enseñamos que puede evitar sus responsabilidades. Pero sumergidos en el día a día, las prisas por la ducha y la cena… vemos que es la solución más rápida. Nos falta tiempo.

Te propongo lo siguiente. En lugar de decirle, recoge los juguetes ya. Anticípale que el tiempo de juego se va a acabar y, si cuando le dices que hay que recoger ya, sigue sin querer. Proponle hacerlo juntos. 

Cuando un niño percibe la orden como una imposición lo más normal es que no te haga caso. Por eso también es importante cuidar el lenguaje y las palabras con las que nos dirigimos a ellos.

Intenta olvidar la frase mi hijo no me hace caso, el ejemplo es la herramienta más eficaz.

Empieza a meter tú la primera pieza y, después, que siga él.

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