Soplar en la comida que vamos al darle a un niño no es nada recomendable. Cuando hablo de soplar, también me refiero a acercarnos la comida con la cuchara a los labios, o probarla con los mismos cubiertos.
Es algo que hacemos de forma inconsciente y sin pensar. Pero, ¿por qué no debemos hacerlo? estas son algunas de las razones, que de forma simple os explico.
- Cada boca tiene unas bacterias y, si soplamos, transmitimos nuestras bacterias a los alimentos. Lo que hace que sea más fácil transmitir a los peques algunas enfermedades. Sobre todo, teniendo en cuenta que su sistema inmunológico está en desarrollo y todavía es débil.
- Si la persona que sopla tiene alguna caries, también se puede transmitir la bacteria a través de la saliva. De ahí que haya niños en edades tempranas con caries. Seguro que esto último os ha sorprendido.
Y ahora que sabemos que soplar en la comida es lo que no debemos hacer, la siguiente pregunta es qué hacer:
- Preparar la comida con tiempo, así podremos dejar que se enfríen.
- Colocar la comida en platos no profundos y bastante amplios.
- Probar la comida con otro cubierto diferente al que vayamos a ofrecer al peque.
Os recomiendo también que leáis la entrada de cuál es la temperatura ideal que debe tener la comida de un niño.